¿Por qué nos cuesta tanto tener la disciplina y la constancia para lograr nuestras metas? Se suele decir que es porque nos trazamos objetivos poco realistas o por falta de planificación. Pero, más veces de las que nos damos cuenta, la razón es otra: desistimos de nuestras aspiraciones porque no hemos encontrado nuestro drive.
Nuestro DRIVE es nuestra MOTIVACIÓN INTERIOR, nuestro purpose (propósito) como dicen los angloparlantes, la respuesta que nos damos cuando nos preguntamos por qué hacemos lo que hacemos. Es el motor que nos impulsa hacia adelante cada vez que dudamos de si estamos en el camino correcto.
Comienza con tu ‘Porqué’
En su libro de 2009 titulado “Start with WHY”, Simon Sinek, escritor y motivador inglés, dice:
“Podemos ir por la vida buscando y picoteando, a la caza de oportunidades, esperando a que algo conecte. O podemos vivirla con intención, sabiendo con qué pieza contamos e ir, directamente, a los lugares en donde encaja.” Simon Sinek
Creo que esta frase describe bien la diferencia entre tener un Porqué, un drive, y no tenerlo. Sin un drive claro, tendemos a divagar, a ir a la deriva, a perder el foco y, con él, nuestra FUERZA DE VOLUNTAD. Os recomiendo ver la charla de Simon Sinek, la tercera más vista de TEDx Talks, “Cómo los grandes líderes inspiran la acción”. Aunque su discurso se dirige a empresarios, aplica a todos los que estamos en esto del crecimiento personal: al fin y al cabo, estamos aprendiendo a liderar nuestra vida.
¿Por qué decae tu motivación con tanta facilidad? Las cualidades que debe tener un buen drive
El drive es eso que nos mueve a la acción. Los fumadores que te dicen que, algún día, lo dejarán, hablan en futuro porque aún no han encontrado su drive. Mientras que los que lo intentan y fracasan es porque no han encontrado una motivación interior lo suficientemente fuerte como para persistir en su intento. Lo triste es que muchos lo encuentran cuando están, con su médico de frente, dándole malas noticias.
Winston S. Churchill decía: “El coraje es ir de fracaso en fracaso sin pérdida de entusiasmo”. Y ahí está la clave y la dificultad para alcanzar nuestras metas: en no perder el entusiasmo. ¿Y cómo lo hacemos? Encontrando un buen drive.
'Tú eres tu propio coach motivacional, por lo que tu éxito depende de las cosas que te dices' Clic para tuitearTe pongo el siguiente ejemplo. Vas a trabajar cada día (o teletrabajas), ocho horas al día, cuarenta horas a la semana, pero ¿por qué lo haces? “Para ganar dinero”, me contestas. Cada día, al terminar tu jornada, te sientes drenado, sin ganas de hacer nada. ¿Crees que “ganar dinero” está siendo un buen drive para ti? Quizá para otra persona sí lo sea, alguien que, con ese dinero, consigue dar de comer a sus hijos a final de mes, por ejemplo, pero para ti no lo está haciendo. Un buen drive es el que te pone las pilas, el que da un sentido a lo que haces, el que te hace levantarte cada vez que te caes.
Esto me lleva a las tres características que debe tener un drive para serlo:
- Te energetiza, es tu coach motivacional o, lo que es lo mismo, pensar en tu drive te anima a seguir, no te hunde.
- Te enfoca hacia adentro, no hacia afuera o, lo que es lo mismo, el éxito de tu drive solo depende de ti, de nadie más.
- Te ayuda a decir que ‘no’ a distracciones o, como dice Stephen Covey, es tu “Gran Sí”.
Siguen algunos ejemplos por cada una de las características.
1| Un buen drive te energetiza
El buen drive es aquel que te carga de energía: “ahorraré para ese viaje a Perú que llevo queriendo hacer de hace años” es un ejemplo; “Necesito pagar el alquiler de la casa” puede ser otro; o “Si no quedo entre los mejores, no me darán la beca”. Un buen drive te lanzará frases del tipo: “Tú puedes hacerlo”, “Inténtalo otra vez; no olvides por qué lo hacemos”, “Que hayas fallado una vez, no significa que no lo logres.” “No tires la toalla ahora.” Recuerda que tú eres tu propio coach motivacional, por lo que tu éxito depende de las cosas que te dices.
LECTURA COMPLEMENTARIA: por cierto, si te planteas un cambio en tu vida, pero el miedo te paraliza, te recomiendo escuchar el audiolibro de Mel Robbins, “Take control of your life”, o, si no dominas el inglés, lee su primer libro, “El poder de los 5 segundos”.
2| Un buen drive te enfoca hacia adentro, no hacia afuera
El éxito de tu drive debe depender de ti. Si tu drive o motivación interior se enfoca en aquello sobre lo que no tienes control, es decir, el exterior, es altamente probable que pierdas tu entusiasmo inicial a medida que pasan los días. Es como quien quiere adelgazar, pero la razón última que la mueve o le mueve a hacerlo es “gustar a los demás”. ¿Qué mensaje crees que esconde este drive? Que “no eres suficiente”. De fondo, te estás diciendo que “tienes que adelgazar porque como estás ahora nadie te va a querer”. ¿Te imaginas a tu coach diciéndote que no vales nada para motivarte? No busques la motivación en aquello que te hunde porque acabarás hundido.
Otro ejemplo: un amigo o amiga te dice que quiere encontrar pareja. Tú le preguntas por qué y te contesta: “para sentirme amado”. Es un drive que solo puede llevarte a la frustración porque, nuevamente, su éxito depende de otra persona. Cada vez que pienses en tu drive para motivarte a seguir buscando pareja, lo que encontrarás será el sentimiento de carencia que te deja: “quiero sentirme amado”, en el fondo dice, “nadie me ama”.
'La vergüenza te ata al pasado y no te permite hacer las cosas de forma diferente en el presente' Clic para tuitear3| Un buen drive te ayuda a decir que ‘no’ a distracciones
En el libro “7 hábitos de la gente altamente efectiva”, Stephen Covey incide en la importancia de hablar en activo (pasando de una mentalidad que te dice “No hay nada que pueda hacer” o “Yo soy así” a una que te dice “Vamos a buscar alternativas o “Busquemos otro enfoque”) cuando quieres alcanzar tus metas. Pero, además de esto, introduce un concepto realmente potente: el “GRAN SÍ”, que aplica a la búsqueda de un drive:
“Tienes que decidir cuáles son tus prioridades más altas y tener el coraje, sin disculpas (eso sí, acompañándolo con amabilidad y una sonrisa), para decir ‘no’ a lo que pueda surgir. Y la única forma de conseguirlo es teniendo un ‘sí’ más grande que arda en tu interior.” Stephen Covey
El autor viene a decir que, para persistir en tus metas, necesitas un “Bigger ‘yes'”, como dice en su lengua natal. Necesitas un drive que sientas con tanta intensidad que seas capaz de resistirte a las distracciones que te surjan. Sin eso, ¿cómo vas a sortear las tentaciones, las críticas, los juicios y tu propio autoboicot?
Por eso, para tener un buen drive y conseguir alcanzar tus metas, tienes que conocerte primero porque solo tú puedes descubrir cuál es tu “Gran Sí”, eso que te arde en el interior.
Un ejemplo práctico: mi gran revelación de por qué soy incapaz de ahorrar
Yo llevo el 99% de mi vida sin ahorrar. A los 34 años, al igual que en los 34 anteriores, tenía cero euros en mi cuenta de ahorros. No me siento orgullosa de ello, pero tampoco me avergüenzo (antes sí lo hacía) porque he aprendido que la vergüenza te ata al pasado y no te permite hacer las cosas de forma diferente en el presente.
Cada mes, me proponía ahorrar y, cada mes, reducía mis expectativas por descartar que mi fracaso se debiera a objetivos poco realistas. Pero mi hucha, hiciera lo que hiciera, seguía vacía. Hasta que un día me di cuenta de que no tenía un propósito, un drive que, a pesar de las tentaciones, me ayudara a mantenerme firme en mi meta. Y sin un motivo fuerte de por qué lo hacía, ¿cómo iba a decir que “no” a viajes y a otros placeres?
Y, entonces, encontré mi “Gran Sí” que me dio la fuerza para decir que ‘no’
Hay gente que ahorra para tener una casa (META) y se motivan imaginando lo a gusto que estarán cuando tengan un gran sofá o lo feliz que serán sus hijos cuando jueguen en el jardín (DRIVE). Yo encontré mi “Gran Sí” en algo que viví: alguien a quien quiero mucho y que siempre me ha ofrecido su apoyo económico, se vio en una situación complicada. Y me di cuenta de que si se giraban las tornas y esa persona, que siempre había sido mi paracaídas, necesitaba mi apoyo, yo no podría dárselo. Y eso me dolió en el alma. Demasiadas veces damos por hecho lo que tenemos, como si la realidad fuera inmutable.
Todo quedó en un susto, pero esa experiencia me dio un propósito, un motor de tal potencia que he sido capaz de ahorrar en un año -resultado de un golpe de suerte y de mi nuevo drive–, lo que hubiera tardado años en acumular. ¿Que cuál fue mi drive? “Ser fuerte económicamente para poder apoyar a la gente que quiero”.
Y, por último, una cita inspiradora
“He aprendido como norma general, a no preguntarme si puedo hacer algo. Lo que hay que decir es que vas a hacerlo. Luego abróchate el cinturón. Las cosas más extraordinarias suceden a continuación.” Julia Cameron, del libro ‘El camino del artista’
Como siempre, espero que os haya resultado inspirador este artículo y os ayude a armaros de valor para crecer más allá de vuestros miedos e inseguridades. Recuerda compartir tus reflexiones en los comentarios de abajo 💟.
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¿Qué meta llevas posponiendo meses o, incluso, años?
En mi caso, es madrugar. Sin un horario estricto que me venga impuesto de afuera, me es difícil sacar fuerza de voluntad. ¿Cuál es la tuya? Compártela abajo👇.