Empezar algo nuevo es siempre difícil. Primero llega la ilusión, la imagen de lo increíble que sería conseguirlo, lo estupenda que sería nuestra vida “si…”. Luego llega la resistencia al cambio y, por ende, el miedo:

“¿Y si fracaso?” “¿Haré el ridículo?” “Nunca podré estar a la altura de…”

Y el miedo, que nos protege de lo desconocido, del golpe de un posible fracaso (al fin y al cabo, el miedo solo nos intenta ayudar), detona

el autoengaño:

el “yo no puedo”, “no estoy listo”, “es demasiado tarde”, “me falta actitud”… Y el más fácil e inflexible de todos ellos,

“yo soy así”.

Y una vez autoengañados todo queda resuelto. Te acabas de ahorrar horas, días y años de esfuerzo, trabajo e incertidumbre porque ya has desistido de intentarlo. Y sientes el calorcito de la seguridad que espanta a nuestras inseguridades, a esa muñeca diabólica que no queremos ver y colocamos estratégicamente detrás de los trastos del armario.

Por eso, en ese primer momento en el que desestimas el emprender algo nuevo, se siente alivio. Como cuando decidías no estudiar para un examen, soltabas el lápiz y la vida de repente se iluminaba y la sonrisa no te cabía en la cara.

Pero esa alegría se va rápidamente -“bon voyage felicidad”- y vuelves al antiguo hábito que querías dejar… O ves la guitarra que aún no sabes tocar cogiendo polvo en una esquina. Y sientes esa pesadumbre porque

estás decepcionado contigo mism@.

Buscas una distracción, pero la decepción se lleva por dentro, eso sí, de forma incómoda, pero tolerada porque se aprende a tolerarla con la práctica. Al fin y al cabo, todo es práctica, lo que nos hace bien y lo que nos hace mal. Y la decepción hace que creamos menos en nuestras capacidades y que, con cada intento ahogado antes de tiempo, nos dejemos llevar más hacia al abandono porque…

“¿para qué intentarlo si yo no soy capaz?”

Y ese es el momento en el que comienzan a aflorar las envidias.

'Cómo percibimos el éxito marca mucho el grado de satisfacción que conseguimos en la vida' Clic para tuitear

Yo, fehacientemente, creo que todos somos capaces. Solo hay que intentarlo, trabajando antes nuestro modelo de éxito. Porque

¿qué es para ti el éxito?

Cómo percibimos el éxito marca mucho el grado de satisfacción que conseguimos en la vida. Yo estoy intentando re-aprender para creer que el éxito no es el resultado, que el resultado es solo una consecuencia. La mente tiende a anclarse en las consecuencias por miedo o como evasión del presente.

Aunque suene cliché, el éxito es disfrutar del camino y enorgullecerse de haberlo intentando independientemente de a dónde se llegue. Que escriba esto no significa que una parte de mí no siga anclada al antiguo modelo de éxito, ese modelo de insatisfacción continua que en algún momento de mi vida se me hizo piel y ahora que estoy intentando madurar se me hace bola.

Con este blog, pues,

comienzo a desenredar mi mente y espero ayudar a tranquilizar a las mentes inquietas como la mía o, al menos, a intercambiar pensamientos. La inquietud puede traer grandes cosas y analizar las derivadas de cada situación también, pero la actitud evasiva o el pensamiento obsesivo son altamente bloqueantes o, al menos para mí, lo han sido y siguen siendo.

'La promesa de un futuro mejor es como el maquillaje. Nos maquillamos con nuestras intenciones y nos vemos más guapos, pero esa realidad es sostenible hasta que te lo quitas y vuelves a ver tu presente' Clic para tuitear

Así doy paso a este nuevo emprendimiento, uno que llevo queriendo hacer de hace años y que mis miedos y autoengaños me han llevado a dejar en la estantería, junto a los libros que no leo, junto a la imagen de mujer intelectual que me ha costado mucho sostener por no leerlos y que, poco a poco, voy aprendiendo a soltar…

La promesa de un futuro mejor es como el maquillaje.

Nos maquillamos con nuestras intenciones y nos vemos más guapos, pero esa realidad es sostenible hasta que te lo quitas y vuelves a ver tu cara. Y si usamos la cara como analogía del presente, más nos vale comenzar a prestarle más mimo y atención, porque fuera del momento actual todo lo demás son irrealidades que pueden causar mucha frustración por el choque realidad-expectativa.

Y con mi más afectuoso gesto, os doy dos besos y os deseo un estupendísimo día 🎉🎊🌈.

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Y para ti, ¿qué es el éxito?

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